El primer registro de utilización de cinturones de seguridad
en un automóvil, data de fines de la década del '40, cuando en 1948 el
industrial Preston
Tucker intentó revolucionar el sistema de seguridad del
automóvil (y en sí todo el estándar de producción de un automóvil) El cinturón de seguridad es
un arnés diseñado para sujetar a un ocupante de un vehículo si ocurre una
colisión y mantenerlo en su asiento. El objetivo de los cinturones de
seguridad es minimizar las heridas en una colisión, impidiendo que el pasajero
se golpee con los elementos duros del interior o contra las personas en la fila
de asientos anterior, y que sea arrojado fuera del vehículo.
El sistema más moderno es el pretensor pirotécnico, cuya misión consiste en tensar el
cinturón inmediatamente después de detectarse una colisión cuando la centralita
electrónica lo considera oportuno, y trabaja en conjunto con los air bags. El
sistema pirotécnico provoca una pequeña explosión (de forma controlada) que
tira del cinturón para ceñirlo al cuerpo. Bien por no llevarlo ajustado
correctamente, por haberse movido o por holguras existentes por la ropa, el
pretensor maximiza la efectividad del cinturón pegándolo al cuerpo.
Las famosas
pinzas que colocan algunos conductores en sus cinturones son muy peligrosas, ya
que restan efectividad al cinturón y por cada centímetro que se lo aflojen se
acercarán unos ocho centímetros hacia el salpicadero, volante o asiento de
plaza delantera, respectivamente, en caso de colisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario